Se fijó en las sandalias que llevaba, de tacón de aguja sujeta
apenas por unos delgados hilos rojos con brillantes, le provocaban una
excitación rara que nunca había sentido antes. Portaba uno de los
candelabros en la mano y bajando las escaleras se acercó a su victima, miró por
encima de la jaula, oyéndose su dulce voz como música en toda
la habitación.
- Bienvenido a mis dominios esclavo, a
partir de ahora tu única meta será me, si es que quieres escapar algún día...
Intentó resistirse a su destino pero
el brillo de aquel vestido rojo lo tenia hipnotizado, despertó un momento - n-no por favor...sácame
de aquí, alguien me buscará, llamarán a la policía, sácame de aquí ahora o-o...tendrás
problemas.
-Ah ah ah... que perrita más ingenua, no
creo que estés en posición de dar ordenes - dijo estirando bruscamente la
correa hasta que sus bocas estuvieron a un dedo de distancia -¿o acaso tú sí?-le
desafió con la mirada- tal vez dejarte encerrado en la jaula un rato más te
bajará los humos.
Al oír eso empezó a sentir claustrofobia y
el entumecimiento de sus músculos al haber estado, dios sabe cuantas horas,
encerrado en esa pajarera fría y pequeña.
Ella se daba la vuelta
para marchar con una mueca de disgusto cuando oyó su grito desesperado.
-Espera por favor, vale, haré lo que tú me
digas pero por favor sácame de aquí aunque sea solo un momento...
- no grites maldito chucho, tenemos vecinos,
volveré en unas horas y ya pensaré lo que hago contigo.
Desde que cerró la puerta con un portazo
los minutos transcurrieron como días al no acompañarle su pesado sueño anterior
,sintió rabia , miedo , excitación , desesperación y de nuevo excitación así
que a falta de algo mejor que hacer con su tiempo lo dedicó a masturbarse .Pensó y trató de imaginar pero las fantasías convencionales que siempre había tenido se le hacían poca cosa , acudió a su mente la imagen de los delicados pies de esa diosa que lo tenía preso ,en sus generosos pechos
envueltos en aquel vestido que lucia elegantemente como una segunda piel ,imaginó que su tela estallaba con una exhalación dejando al
descubierto aquel preciado tesoro , finalmente se corrió fuera de la jaula consciente de que tal vez pasaría
allí mucho tiempo pero una vez terminado lo que tenía entre manos , su euforia
se difuminó , la rabia y el miedo volvieron aunque no tubo tiempo de
desarrollarlas antes de quedarse dormido enroscado como un cachorro .
El chirrido de la puerta al abrirse le despertó,
era su raptora, recordó el regalito que había dejado en el suelo y se ruborizó,
bajaba las escaleras con su precioso vestido, ya era demasiado tarde para
tratar de esconderlo, lo había visto.
Puso los brazos en jarras como una
profesora retando a un niño de preescolar
- Oh, no se quien te ha dado permiso para
profanar mi templo de esta manera pero te va a salir cara esta falta de respeto.
- Sacó de su escote una llave y abrió la
jaula no sabía si sentirse aliviado o asustado, solo que no podía
escapar a pesar de que la puerta del sótano había quedado abierta de par en par.
-Ajh... hombres, esclavos del vicio que
será su perdición, sal de ahí enfermo, puedes estirar las piernas mientras busco
algo.
Salió algo turbado sin atreverse a abrir
la boca y se estiró aliviado, ella traía algo brillante en sus manos que no
supo identificar, cuando intentaba distinguir que era le agarró del pelo obligándole a ponerse de rodillas y de un empujón lo colocó a cuatro patas dejándolo enfrente de la
evidencia.
-Lo vas a limpiar con la lengua cerdo y más te vale que no quede nada.
Miró hacia la mancha ,no podía estar pidiéndole eso enserio, era completamente degradante , después miró incrédulo sus ojos para hallar un signo de broma ,de duda tal vez pero su mirada fría y segura le hizo saber que hablaba completamente enserio así que con cara de asco le dió un lametazo ,estaba frio y asqueroso pero no se atrevió a levantar la cabeza de nuevo ,ella le estaba castigando , se lo merecía .
Empezó a acariciarle por detrás y se
excitó pesando que jugaría con su culo pero para susorpresa y decepción sintió
el frío acero de un aro de metal apresándole los genitales.
Miró hacia atrás, aún faltaba una pieza,
ahora lo entendía y se empalmó del todo
"¿Pero que pasa contigo?" pensó
para sí mirándosela.
-Jajaja puto pervertido, ahora tendré que
bajar esto ummh ... - Dijo mientras miraba pensativa sus instrumentos de tortura- ya sé - Cogió una cuerda y se le sentó encima. Podía sentir el calor de su sexo en la espalda ,sus contornos...Sabía que era algo prohibido para él sin tener que preguntárselo. Con manos ágiles la colocó en sus testículos apretándolos más ,cuando hubo concluido su obra ,satisfecha dió un buen tirón hacia arriba , él soltó un oh de la
impresión que le sacó de sus pensamientos obscenos pero no osó quejarse, se esperaba algo mucho peor .
- No recuerdo haberte dicho que parases. -dijo
mientras le daba un sonoro azote.
Él encogió el culo tensando la cuerda de
nuevo lo que hizo que volviera a su posición rápidamente
-Lo-lo siento - siguió lamiendo el suelo ávidamente deseando acabar ya y satisfacerla.
Mientras tanto ella empezó a azotarle sin miramientos hasta
que el culo se le tornó completamente rojo y su pobre picha se encogió e
nuevo.
-ahora sí te tengo como quería zorrita...
¿sabes lo que es esto? una jaula de castidad, a partir de ahora tus orgasmos
son míos, tu voluntad me pertenece, pero eso ya lo verás con el tiempo ,de momento ten claro que no te volverás a correr sin permiso.
Se la colocó velozmente consciente de que se
empalmaría de nuevo al sentir el contacto de la jaula, cerró el candado y el ambiente se calmó con su chasquido sentenciador .Se colgó la llave del cuello mientras observaba como crecía la erección en silencio .
- Cuales son sus deseos ahora mi Ama ? - dijo él en un susurro
Que perrito mas mal educado,se merece un buen correctivo.
ResponderEliminarA sus pies su perrita Luisa.
Me muero de ganas por ver la tercera parte de este relato, es usted Magnífica Dómina Leila.
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